SistemaRegable_Historia_Hitos_postGuerra_fhdr

Tras el paréntesis de la Guerra Civil, durante la cual se interrumpieron las obras y se disminuyó drásticamente la superficie efectivamente regada, el plan de Riegos del Alto Aragón experimentó un nuevo impulso pese a la precariedad de la postguerra. Con la entrada en servicio del acueducto de Tardienta y del tramo segundo del canal de Monegros (1941) la zona regada se incrementó hasta cerca de 15.000 ha. En 1945. El embalse de La Sotonera se encontraba en explotación parcial, pudiendo almacenar hasta 40 hm3, y de esta manera garantizar ya el suministro a la zona regada.

Más adelante, por O.M. de 16 de enero de 1952 (BOE de 31 de enero de 1952) se dictaron las normas de desarrollo de los grandes planes del Estado en el Ebro: Bárdenas, Riegos del Alto Aragón y Canal de Aragón y Cataluña. Como premisas fundamentales para la ordenación de estos riegos, quedaron fijadas las siguientes:

  • Las aguas del pantano de Yesa se han de utilizar para los riegos de su valle propio, las Bárdenas, Cinco Villas y demás zonas de recorrido del Canal y sólo las sobrantes, cuando las hubiere, han de ir a auxiliar a los riegos del Alto Aragón.
  • Las aguas que del Gállego se deriven al pantano de La Sotonera, y las del Cinca, regularizadas por el de Mediano, se destinarán a los riegos del Alto Aragón en sus zonas de Sobrarbe, Somontano y los Monegros, definidas en el proyecto general aprobado y a los del valle propio del Cinca.
  • Los riegos del canal de Aragón y Cataluña y los de la comarca de Lérida serán con los caudales del Ésera y del Noguera Ribagorzana, procedentes del pantano de Barasona y Santa Ana, respectivamente.

Se previó la conclusión del embalse de Mediano, y la construcción del embalse de Torreciudad (El Grado) y del Canal del Cinca para Riegos del Alto Aragón.

Casi paralelamente, en diciembre de 1951, los estudios de la Confederación Hidrográfica del Ebro desembocaron en una redefinición del sistema y una nueva delimitación de la zona regable a atender. El trazado general de los canales y acequias de riego, tomando como base para la delimitación de la zona de riego, fue para el Canal de Monegros el del proyecto, teniendo en cuenta modificaciones aprobadas, perdiendo cotas en algunas de las acequias.

En el Canal del Cinca, se adoptó el trazado que parte del Grado para desembocar en el Canal de Monegros, en Tardienta manteniendo la disposición de acequias principales del proyecto primitivo. También aquí se excluyó, de lo que dicho proyecto consignaba, la parte final hasta el Pantano de La Sotonera. Aun cuando el objeto principal del trabajo del Ingeniero de Caminos Fausto Gómez Simón y el Ingeniero Agrónomo Paulino Alonso Luengo es delimitar la zona regable de los canales del Cinca y Monegros, se incluyó un avance de los volúmenes de agua que para el riego se precisarían, resultando:

Zona

Superficie Has

Volumen total m3

Volumen medio m3 por Ha

Vlumen mes máximo consumo m3

Caudal l/s por Ha

Canal del Cinca

53.835,80

470.250.247

8.735

79.244.373

0,549

Canal de Monegros hasta el túnel de la Sierra de Alcubierre

53.127,34

515.347.122

9.700

88.417.087

0,621

Canal de Monegros desde la salida del túnel de la Sierra de Alcubierre al final

65.811,90

639.248.815

9.715

107.253.621

0,608

TOTALES

172.773,04

1.624.846.184

9.404

274.915.081

0,594


En la década de los 50 entra en servicio el Tramo 3º del canal de Monegros y se aprueban e impulsan los primeros Planes Coordinados de la zona regable al hilo e la nueva legislación de colonización, en consonancia con la nueva definición de la zona regable. Entre 1952 y 1956 se aprueban los de los tramos 1º, 2º y 3º del canal de Monegros, así como el del Flumen.

También en los años 50 se impulsa definitivamente la captación de aguas del río Cinca para poder atender las demandas del sistema de Riegos del Alto Aragón. En primer lugar, la O.M. de 16 de diciembre de 1052, que aclaró las fuentes de recursos que habían de considerarse en Riegos del Alto Aragón, especificando que a ello habían de destinarse los ríos Cinca y Gállego, incrementado la regulación de ambos. Confirmó la ejecución del canal de Cinca e intensificó el ritmo inversor para acelerar la ejecución de las obras.

En 1955 mediante Decreto de 25 de febrero, se declaró de Alto Interés Nacional la colonización de la zona dominada por el Canal del Cinca. En 1956, mediante Decreto-Ley de 27 de abril, se aprobó el plan de ejecución de obras para aprovechamientos hidráulicos en la cuenca del Cinca. Este plan de ejecución comprendía las obras de regulación conducción y distribución de las aguas del río Cinca con destino a riego de la zona  propia del canal de derivación y conducción hasta la zona de Tardienta de las dotaciones de agua necesarias para el riego de la zona de Monegros, al Sur de la sierra de Alcubierre.

Tras la redefinición de su sección tipo, el embalse de Sotonera se concluyó en 1961, ya con su capacidad total actual de 189 hm3. La construcción del embalse de El Grado (con capacidad total de 400 hm3, de ellos 246 hm3 útiles para Riegos del Alto Aragón concluyó en 1969, y el recrecimiento del de Mediano hasta un volumen de 438 hm3 entró en servicio en 1973.


Este impulso en la capacidad de regulación se completó con el Plan del Alto Gállego, por el cual se construyeron los embalses de Búbal y Lanuza en régimen de colaboración entre el Estado y una empresa privada, al amparo del Decreto 498 de 16 de marzo de 1961, en que se dispone la reserva de dichos embalses al Ministerio de Obras Públicas, quien los construiría, con el fin de regular las aguas. Se llevó a cabo la construcción de los embalse de Búbal (de 64 hm3 útiles, que entró en servicio en 19719 y de Lanuza (de 25 hm3; concluido en 1978, y que nunca ha podido ser llenado por encima de 15 hm3, al acordarse la limitación de cota máxima de explotación por la CHE para evitar afecciones a Sallent de Gállego, ubicado en la cola del embalse).

El incremento de capacidad de regulación y consecuentemente, atender a la zona regable se vio correspondido con la transformación de nuevas superficies de regadío. Se construyeron la acequia de Selgua, el canal del Terreu, y más adelante, la acequia de Pertusa. En paralelo se fueron aprobando los Planes Coordinados de la 1ª Parte del Canal del Cinca, cuya construcción progr4esiva permitió la puesta en riego de nuevas superficies a partir de 1969. Si en 1970 se regaban casi 41.000 ha (de ellas sólo 300 en la zona Cinca), en 1980 ya se regaban más de 70.000 ha, concretamente 50.071 ha en Monegros I y Flumen, y 20.011 ha en la zona Cinca. Ya no hay capacidad (por falta de regulación) para atender más hectáreas desde el Gállego, y las dotaciones se estancan en 6.000 m3/ha y año.